4.3.14

Philomena (2013) de Stephen Frears



No parece un Frears (al menos Aquel Frears). Es (otra) pavada, no es para dormirse y Desplat, el genio, salva los platos con musiquita que no tiene nada que ver. Gracias a él un tórrido melodrama se transforma en una comedia dramática bastante ligerita. Prescindible como pocas. Judy Dench demuestra que puede ser Susan Boyle o la reina Victoria según como se levante...

12 years a slave (2013) de Steve McQueen



Un violinista de hermosa familia que se saluda con todos y es un encanto de persona, es raptado y llevado como esclavo al horrible Sur. Claro, el muchacho es negro y para la identificación, como es habitual en la mayoría del cine contemporáneo es necesario que sea lo más burgués posible. Allá vamos, desde el título sabemos cuanto va a durar sus penurias. Distintos cambios de dueños y numerosas situaciones más que una progresión dramática, nos vuelven testigos y nos hacen atravesar por las más terribles de las experiencias. Película dura donde el protagonista va a sufrir en “CARNE PROPIA” (las mayúsculas equivalen a una de las primeras ideas de autor, que emparentarían la experiencia con Hunger y Shame) toda la brutalidad de esas relaciones establecidas en aquel lejano s.XIX. Y acá está lo interesante de esta historia. Por supuesto está bien filmada, fotografiada y, más discutible, editada. Una producción demasiado cuidada que puede pasar como una impecable reconstrucción histórica y que puede leerse como la más blanda de las pelis del gordito negro McQueen. No se si vendió o no, pero me preocupa que esta conmovedora historia nos haga pensar en los negros del s.XIX. Hay que verla (si o si) en tándem (doble programa sería genial) con PARAISO AMOR: Mucho más interesante en planos, temporalidades, puesta en escena y actuaciones. Porque cuenta LO MISMO. Pero la película austríaca (nunca nominada a nada y que será vista por 0,02% de la gente que vea “12 años…”) es tan corrosiva como el cine anterior de McQueen.
Igual, aunque no las conté, hay 4 o 5 escenas verdaderamente potentes que permiten pasar de la oscarizada propuesta hasta lugares de reflexión interesante. Las actuaciones son maravillosas sobre todo la contención del protagonista, al que las posibilidades de ganarlo se le acotan por Mathew, Leo y porque gracias a una inteligente decisión, no es Denzel, Idris, Will o alguno de los famosos de color que conmuevan por su carácter de estrella, subrayen aún más la identificación y nos hagan salir tranquilitos del cine para no pensar en las injusticias (y los crímenes) del sistema desigual en el que vivimos.

Computer Chess (2013) de Andrew Bujalski


Idea brillante. Una especie de reconstrucción (falso documental??? Todo es falso documental??) sobre la tecnología aplicada al ajedrez en una insólita competencia durante un fin de semana en un hotel. Personajes excéntricos y el ingenio agotado a los 10m a pesar de situaciones divertidas hasta el final. No es mala. Pudo ser genial y se queda con las ganas. O no. Tal vez sea un divertimento de los que la hicieron o intente cautivar a los fanáticos de los programas de computación para jugar ajedrez...

Prince Avalanche (2013) de David Gordon Green



Parece tratarse de una contemplativa película indie con diálogos extrañados y situaciones que bordean el absurdo pero gracias a la fotografía, buenísimas actuaciones y líneas de diálogo de profunda inspiración poética, este tránsito por una ruta texana de dos trabajadores resulta una gran experiencia rural para disfrutar en el living (en el cine debería ganar mucho sobre todo el protagonismo del paisaje) Como una buddy –movie pelada de acciones, ubicada en una zona devastada en 1988 (¡!), la naturaleza y el trabajo determinan las situaciones íntimas que comparten nuestros héroes. No conviene develar ni una de las pequeñas delicias que acompañan el relato. Sólo recomendar disfrutar de esa ligera poesía que comienza a instalarse para seducirnos y emocionarnos con lo mínimo imprescindible, esa mirada positiva, cálida dentro de la cotidiana convivencia donde sólo se pueden compartir historias que refuerzan los vínculos (hay sólo otros dos personajes muy episódicos). Producción y guión VERDADERAMENTE independiente es un remake de una película islandesa, lo que también habla de la astucia de producción de esta encantadora propuesta.

American Hustle (2013) de David O. Russell



Como escribí hace poco, Martin Scorsese y Paul Thomas Anderson son para mi, los dos mejores directores americanos vivos. Por esta razón y olvidando unas primeras películas interesantes, en el día que esta propuesta es considerada una de las más nominadas a los próximos Oscars, determino que David O. Russell es EL PEOR. Porque el muy caradura se mete en terrenos que son de aquellos grandes y lo hace de manera chapucera y Kitch. Con una rancia ironía que no termina de convertirse en denuncia, sino que parece mirar con cinismo a todos los personajes, un cartel nos avisa: Algunas de estas cosas realmente ocurrieron.
Mezclando voces en off, pelucas y postizos y diferentes tiempos (la acción parece situarse a finales de los 70s) nos metemos en la relación de Amy y Christian (que a pesar de que ninguna actuación me interesa en los términos en los que están dirigidos, logran zafar de la mediocridad general). Solo explicar que, de a poco irán apareciendo los otros 3 (también disfrazados) y más o menos por la mitad cuando ya sabemos que se musicalizarán sin ton ni son muchas escenas con éxitos de la época, atrona Donna Summer y su archiutilizado “I Feel Love” para una secuencia descontrolada con drogas, gritos y montaje desenfrenado. Además de un cameo extenso y previsible (perfectamente eliminable) sólo para congraciarse con el espectador que ya sentía una profunda claustrofobia. Porque acá falta alguien que dirija las improvisaciones de los actores. En montaje no se resuelven las tonterías y las reiteraciones de las frases llegando en alguna escena a repetirse TODAS las frases por lo menos dos veces seguidas… O en la réplica (- sos tonto -¿me estás diciendo que soy tonto? y así hasta el hartazgo) CUALQUIER COINCIDENCIA CON EL MITICO “Are you talking to me?” es una súplica a Marty de ENSEÑAME COMO SE HACE. La narración fluctúa entre las falsificaciones y traiciones típicas de unos “Buenos Muchachos” y de la reconstrucción ideológica de “Boogie Nights” no encontramos ni la cáscara. Para la segunda parte se guardan las sorpresas del guión que no son tales, frases y situaciones supuestamente ingeniosas que ya no logran impactar porque ningún personaje alcanza verdadera relevancia. No logro entender tampoco la idea de comedia ni los caprichos del guión que siguen la línea del cualquierismo que hizo que en su anterior película lo compararan con los grandes directores clásicos. Un playback de la chica Lawrence (casi sobre el final) innecesario y petardero, también reubica a la ganadora del Oscar y del Globo de Oro (el domingo por esto) en el podio de mis actrices más aborrecidas. Los rubros nominados Fotografía, Vestuario y Montaje (donde dejaron fuera a Thelma Schoonmaker !!!!) aportan más a la superficialidad y caos del conjuntito de dos horas, veinte que si no fuera por el dinero que se gastaron en el reparto y pagando los derechos de las canciones podría pasar por una mala producción independiente.

Don Jon (2013) de Joseph Gordon-Levitt



Es una tontería divertida. Casi una avivada. El argumento del adicto al porno (HIMSELF) y ELLAS DOS alcanza y sobra. Menos de 90m de lo que estamos esperando. Las pretenciones estructurales son naifs mientras el tema bordea el descalabro o la moralina sin instalarse en ninguno de los dos. A veces también es burda y mal pensante pero insiste en ese adorable mediotono y gana. Esperamos que su próxima peli como director sea algo más que unas fantasías adolescentes porque acá la banda sonora (muy buena también los efectos) y la edición determinan una opera prima para seguir creciendo o para dedicarse a la publicidad...