4.3.14

American Hustle (2013) de David O. Russell



Como escribí hace poco, Martin Scorsese y Paul Thomas Anderson son para mi, los dos mejores directores americanos vivos. Por esta razón y olvidando unas primeras películas interesantes, en el día que esta propuesta es considerada una de las más nominadas a los próximos Oscars, determino que David O. Russell es EL PEOR. Porque el muy caradura se mete en terrenos que son de aquellos grandes y lo hace de manera chapucera y Kitch. Con una rancia ironía que no termina de convertirse en denuncia, sino que parece mirar con cinismo a todos los personajes, un cartel nos avisa: Algunas de estas cosas realmente ocurrieron.
Mezclando voces en off, pelucas y postizos y diferentes tiempos (la acción parece situarse a finales de los 70s) nos metemos en la relación de Amy y Christian (que a pesar de que ninguna actuación me interesa en los términos en los que están dirigidos, logran zafar de la mediocridad general). Solo explicar que, de a poco irán apareciendo los otros 3 (también disfrazados) y más o menos por la mitad cuando ya sabemos que se musicalizarán sin ton ni son muchas escenas con éxitos de la época, atrona Donna Summer y su archiutilizado “I Feel Love” para una secuencia descontrolada con drogas, gritos y montaje desenfrenado. Además de un cameo extenso y previsible (perfectamente eliminable) sólo para congraciarse con el espectador que ya sentía una profunda claustrofobia. Porque acá falta alguien que dirija las improvisaciones de los actores. En montaje no se resuelven las tonterías y las reiteraciones de las frases llegando en alguna escena a repetirse TODAS las frases por lo menos dos veces seguidas… O en la réplica (- sos tonto -¿me estás diciendo que soy tonto? y así hasta el hartazgo) CUALQUIER COINCIDENCIA CON EL MITICO “Are you talking to me?” es una súplica a Marty de ENSEÑAME COMO SE HACE. La narración fluctúa entre las falsificaciones y traiciones típicas de unos “Buenos Muchachos” y de la reconstrucción ideológica de “Boogie Nights” no encontramos ni la cáscara. Para la segunda parte se guardan las sorpresas del guión que no son tales, frases y situaciones supuestamente ingeniosas que ya no logran impactar porque ningún personaje alcanza verdadera relevancia. No logro entender tampoco la idea de comedia ni los caprichos del guión que siguen la línea del cualquierismo que hizo que en su anterior película lo compararan con los grandes directores clásicos. Un playback de la chica Lawrence (casi sobre el final) innecesario y petardero, también reubica a la ganadora del Oscar y del Globo de Oro (el domingo por esto) en el podio de mis actrices más aborrecidas. Los rubros nominados Fotografía, Vestuario y Montaje (donde dejaron fuera a Thelma Schoonmaker !!!!) aportan más a la superficialidad y caos del conjuntito de dos horas, veinte que si no fuera por el dinero que se gastaron en el reparto y pagando los derechos de las canciones podría pasar por una mala producción independiente.

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