No parece un Frears (al menos Aquel Frears). Es (otra) pavada, no es para dormirse y Desplat, el genio, salva los platos con musiquita que no tiene nada que ver. Gracias a él un tórrido melodrama se transforma en una comedia dramática bastante ligerita. Prescindible como pocas. Judy Dench demuestra que puede ser Susan Boyle o la reina Victoria según como se levante...
Un violinista de hermosa familia que se saluda con todos y es un encanto de persona, es raptado y llevado como esclavo al horrible Sur. Claro, el muchacho es negro y para la identificación, como es habitual en la mayoría del cine contemporáneo es necesario que sea lo más burgués posible. Allá vamos, desde el título sabemos cuanto va a durar sus penurias. Distintos cambios de dueños y numerosas situaciones más que una progresión dramática, nos vuelven testigos y nos hacen atravesar por las más terribles de las experiencias. Película dura donde el protagonista va a sufrir en “CARNE PROPIA” (las mayúsculas equivalen a una de las primeras ideas de autor, que emparentarían la experiencia con Hunger y Shame) toda la brutalidad de esas relaciones establecidas en aquel lejano s.XIX. Y acá está lo interesante de esta historia. Por supuesto está bien filmada, fotografiada y, más discutible, editada. Una producción demasiado cuidada que puede pasar como una impecable reconstrucción histórica y que puede leerse como la más blanda de las pelis del gordito negro McQueen. No se si vendió o no, pero me preocupa que esta conmovedora historia nos haga pensar en los negros del s.XIX. Hay que verla (si o si) en tándem (doble programa sería genial) con PARAISO AMOR: Mucho más interesante en planos, temporalidades, puesta en escena y actuaciones. Porque cuenta LO MISMO. Pero la película austríaca (nunca nominada a nada y que será vista por 0,02% de la gente que vea “12 años…”) es tan corrosiva como el cine anterior de McQueen.
Igual, aunque no las conté, hay 4 o 5 escenas verdaderamente potentes que permiten pasar de la oscarizada propuesta hasta lugares de reflexión interesante. Las actuaciones son maravillosas sobre todo la contención del protagonista, al que las posibilidades de ganarlo se le acotan por Mathew, Leo y porque gracias a una inteligente decisión, no es Denzel, Idris, Will o alguno de los famosos de color que conmuevan por su carácter de estrella, subrayen aún más la identificación y nos hagan salir tranquilitos del cine para no pensar en las injusticias (y los crímenes) del sistema desigual en el que vivimos.
Idea brillante. Una especie de reconstrucción (falso documental??? Todo es falso documental??) sobre la tecnología aplicada al ajedrez en una insólita competencia durante un fin de semana en un hotel. Personajes excéntricos y el ingenio agotado a los 10m a pesar de situaciones divertidas hasta el final. No es mala. Pudo ser genial y se queda con las ganas. O no. Tal vez sea un divertimento de los que la hicieron o intente cautivar a los fanáticos de los programas de computación para jugar ajedrez...
Parece tratarse de una contemplativa película indie con diálogos extrañados y situaciones que bordean el absurdo pero gracias a la fotografía, buenísimas actuaciones y líneas de diálogo de profunda inspiración poética, este tránsito por una ruta texana de dos trabajadores resulta una gran experiencia rural para disfrutar en el living (en el cine debería ganar mucho sobre todo el protagonismo del paisaje) Como una buddy –movie pelada de acciones, ubicada en una zona devastada en 1988 (¡!), la naturaleza y el trabajo determinan las situaciones íntimas que comparten nuestros héroes. No conviene develar ni una de las pequeñas delicias que acompañan el relato. Sólo recomendar disfrutar de esa ligera poesía que comienza a instalarse para seducirnos y emocionarnos con lo mínimo imprescindible, esa mirada positiva, cálida dentro de la cotidiana convivencia donde sólo se pueden compartir historias que refuerzan los vínculos (hay sólo otros dos personajes muy episódicos). Producción y guión VERDADERAMENTE independiente es un remake de una película islandesa, lo que también habla de la astucia de producción de esta encantadora propuesta.
Como escribí hace poco, Martin Scorsese y Paul Thomas Anderson son para mi, los dos mejores directores americanos vivos. Por esta razón y olvidando unas primeras películas interesantes, en el día que esta propuesta es considerada una de las más nominadas a los próximos Oscars, determino que David O. Russell es EL PEOR. Porque el muy caradura se mete en terrenos que son de aquellos grandes y lo hace de manera chapucera y Kitch. Con una rancia ironía que no termina de convertirse en denuncia, sino que parece mirar con cinismo a todos los personajes, un cartel nos avisa: Algunas de estas cosas realmente ocurrieron.
Mezclando voces en off, pelucas y postizos y diferentes tiempos (la acción parece situarse a finales de los 70s) nos metemos en la relación de Amy y Christian (que a pesar de que ninguna actuación me interesa en los términos en los que están dirigidos, logran zafar de la mediocridad general). Solo explicar que, de a poco irán apareciendo los otros 3 (también disfrazados) y más o menos por la mitad cuando ya sabemos que se musicalizarán sin ton ni son muchas escenas con éxitos de la época, atrona Donna Summer y su archiutilizado “I Feel Love” para una secuencia descontrolada con drogas, gritos y montaje desenfrenado. Además de un cameo extenso y previsible (perfectamente eliminable) sólo para congraciarse con el espectador que ya sentía una profunda claustrofobia. Porque acá falta alguien que dirija las improvisaciones de los actores. En montaje no se resuelven las tonterías y las reiteraciones de las frases llegando en alguna escena a repetirse TODAS las frases por lo menos dos veces seguidas… O en la réplica (- sos tonto -¿me estás diciendo que soy tonto? y así hasta el hartazgo) CUALQUIER COINCIDENCIA CON EL MITICO “Are you talking to me?” es una súplica a Marty de ENSEÑAME COMO SE HACE. La narración fluctúa entre las falsificaciones y traiciones típicas de unos “Buenos Muchachos” y de la reconstrucción ideológica de “Boogie Nights” no encontramos ni la cáscara. Para la segunda parte se guardan las sorpresas del guión que no son tales, frases y situaciones supuestamente ingeniosas que ya no logran impactar porque ningún personaje alcanza verdadera relevancia. No logro entender tampoco la idea de comedia ni los caprichos del guión que siguen la línea del cualquierismo que hizo que en su anterior película lo compararan con los grandes directores clásicos. Un playback de la chica Lawrence (casi sobre el final) innecesario y petardero, también reubica a la ganadora del Oscar y del Globo de Oro (el domingo por esto) en el podio de mis actrices más aborrecidas. Los rubros nominados Fotografía, Vestuario y Montaje (donde dejaron fuera a Thelma Schoonmaker !!!!) aportan más a la superficialidad y caos del conjuntito de dos horas, veinte que si no fuera por el dinero que se gastaron en el reparto y pagando los derechos de las canciones podría pasar por una mala producción independiente.
Es una tontería divertida. Casi una avivada. El argumento del adicto al porno (HIMSELF) y ELLAS DOS alcanza y sobra. Menos de 90m de lo que estamos esperando. Las pretenciones estructurales son naifs mientras el tema bordea el descalabro o la moralina sin instalarse en ninguno de los dos. A veces también es burda y mal pensante pero insiste en ese adorable mediotono y gana. Esperamos que su próxima peli como director sea algo más que unas fantasías adolescentes porque acá la banda sonora (muy buena también los efectos) y la edición determinan una opera prima para seguir creciendo o para dedicarse a la publicidad...
Muchas veces cuando veo películas en casa las detengo y no me gusta.
Sobre todo cuando el relato fluye de una manera interesante. No depende para nada mi concentración de mi interés por lo que vea sino por el soporte donde TENGO el control. Muchas veces empecé esta película deseando cada vez que algún milagro la estrenara en alguna sala. Ninguna de las pelis de Jeff Nichols tuvo esa suerte ni siquiera se dieron en BAFICI o Mardel. Después de una recepción que conmocionó a muchos críticos incluso varios argentinos en Cannes 2012, llegó a pocas salas USA y todos destacaban al Sr Matthew McConaughey que, como ya comenté reiteradamente por acá es una bestia en sus últimas 6 o 7 pelis (vean porfa Killer Joe y Bernie y hoy se estrena en HBO USA True Detective, la nueva serie con Woody Harrelson!!!, VEREMOS).
Bueno, Estoy ENLOQUECIDO.
Los últimos 40 minutos de esta obra maestra son emotivos, épicos, entretejen los relatos de amor que se han ido contando de manera sutil. Porque la acción (hasta el desenlace) es poca. Todos son historias pasadas que se (nos) cuentan compartiendo principalmente el punto de vista de esos niños que dejan de serlo. Tras una apariencia fría y distante de niños contemporáneos se esconde en la excelente interpretación de los pibes dos endemoniados adolescentes sedientos de aventuras (de los de antes, de ahí las referencias a Huck Finn y Tom Sawyer). El protagonismo del paisaje y la puesta en escena artificiosa también van en permanente y sutil crescendo para arribar a un climax cercano a los delirios plásticos de "La noche del Cazador" a todo color...
Hay mucho más pero creo que es suficiente.
Larguísima. No entendí nada. La música de Morricone tampoco la salva, el thriller y Geoffrey Rush me dan totalmente lo mismo. No se lo que quiere contar porque hay como 5 líneas dramáticas todas previsibles y ninguna interesante. Hay miles de elementos que se suceden sin despertar interés y ninguno de los personajes genera empatía. Geoffrey tampoco es santo de mi devoción y el pobre Donald como servil me obliga a pensar que todo sería mejor enrocando a los vejetes. La chica agorafóbica se hace la linda y no le sale y el director está más preocupado por engañar que por preocuparse por una de las líneas que parecía fundamental que es la de la falsificación. Hice mucho fuerza para interesarme primero y para perdonarla después pero evidentemente no pude. Si este texto que escribí es horrible es porque no quiero hablar de cine en relación a este producto que algunos osaron comparar con Hitchcock. Algo así como lo que leí hoy de 47 Ronin en los que los críticos buscaban a Kurosawa. Por favoooor DEJEMOS A LOS GENIOS en PAZ ! ! !
Es muy como la alemana (Oh Boy) pero meganewyorker y con una banda de sonido fabulosa. Ella es encantadora y la sutileza nouvelle vaguiana enamora (música de Delerue) apelando inteligentemente a la identificación personal (o de amigas, claro). Si Woody Allen hubiera nacido mujer en los tempranos 80s podría ser una de sus películas. Y el toque Baumbach se nota en cierto cinismo exterior y estructural que también le sienta. Esta vez las expectativas (que eran altas pero con muchos temores) quedaron satisfechas y hasta me dieron ganas de haberla visto en cine.
Un canto a la amistad posmoderna.
Exceptuando el amor que demostró por Melies en su encantadora Hugo, a Scorsese le gusta diseccionar el alma de gente perversa y ubicarnos en el incómodo lugar de entender sus desbordes (los de ellos y los de él). Antes de seguir aclaro que soy incondicional de sus relatos y entro fascinado en esas mentes que me propone Marty. De los pelos, como por un tubo, lo que no impide que cada caso me sorprenda por el despliegue narrativo, estético y de todos los rubros técnicos al servicio de la historia. Espero sus proyectos con ansias desproporcionadas desde que se anuncian. Y cuando se me pregunta por mis actores preferidos DeNiro y DiCaprio integran mi lista SÓLO en las películas en las que los dirige este director.
Y acá vamos.
Al universo de las finanzas ingresa el joven Jordan Belfort (personaje real en cuyo autobiografía se basa el guión) y desde su ingenua mirada hasta su clarísima conciencia de cómo dominar el sistema corrupto al que ingresa, esta es (otra) crítica feroz a las relaciones de poder y sus abusos descarados. Como siempre, queda en el espectador (para eso el último plano de esta película) la reflexión acerca de las consecuencias que semejantes descontroles provocan. Cada secuencia acumula sexo (mucho, machista, grosero), drogas (muchas, varias), ambiciones, miserias y codicia (en grados superlativos) durante tres horas. ¿Es esto divertido? Sí, aunque no sólo “divertido”, si es comedia o no (está nominada en esta categoría en los Globos de Oro) me inclinaría por definirla como sátira. Para la diversión lo tenemos a Jonah Hill que es un interesante partener de Leo de quien sobran los adjetivos para reconocerlo como el Gatsby (ah, no… Esa era otra película bastante mala!) IDEAL. Matthew McConaughey en su gran escena contractual en la introducción vuelve a recordarnos que dejó atrás al bobito con el que se hizo famoso, para aprovechar cada segundo con una entrega propia de un grande de la actuación. Como con Infiltrados (y varias otras) se quedó en las mágicas manos de Thelma Schoonmaker (la montajista), por lo menos una hora del primer corte presentado… Y esto también nos habla de una manera de trabajo donde hay lugar para la improvisación (sobre todo en el personaje de Hill) y de una temporalidad que no remite a esa horrible sensación tan contemporánea de “miniserie televisiva condensada”. Acá todo se piensa cinematográficamente. El (siempre TAMBIÉN) elegante uso de una exquisita selección de canciones y banda sonora; la fotografía donde el colorido y movimiento en cada puesta de cámara siempre aportan a belleza y múltiples sentidos a la narración.
Creo que estaba escribiendo y se me borró o tal vez me confundo con otra cosa que escribí sobre otra pero me encantan (me predisponen bien) las pelís que tratan sobre esos dos planos de fantasía y realidad pero acá no me gusta como está resuelto. Un par de escenas buenas (otra vez gracias a Bowie en un caso), Sean Penn, la pareja (los prefiero en otras a ambos) y nada... Un material para peli fundamental y ya nadie se acuerda de Walter Mitty... Eso sí, la banda sonora toda también es super grossa y salva la casi insoportable segunda mitad clipera y cercana al new age...
Creí que era buenísima... Cool indie americano con muchos lugares comunes pero muy emotiva. Todos excelentes menos la correcta protagonista por momentos excedida en gestos...
Garpa el 3D casi como en Enredados. Y es el fantástico conservadurismo de Disney cuando vuelve a los clásicos cuentos de hadas. Personajes secundarios geniales, música con impacto Broadway y grandes voces. Hay que verla en cine, en 3d y en versión original, cosa medio imposible. O sea resignarse al doblaje y conseguir la banda de sonido en inglés...
Es la peor película de la historia a nivel narrativo, una ensalada de elementos berretas de sci fi con impronta actividad Blair Witch paranormal pero cuyo uso imaginativo, constante y sorprendente del 3D la elevará en breve a película de culto absoluto. No muy diferente de GRAVITY y con el 1% de presupuesto... (ups!)
Paremos de Robar. Tolkien publico el Sr de los Anillos en 3 partes y la trilogía se justificaba pero esto huele a despropósito. No me aburrí (es lo único que puedo decir). Cuando se estrenó Las Dos Torres la consideré entre las mejores del año...
ACÁ lo que había escrito de la 1ª parte que releído me parece q está muy bien!
Acá también hay una escena destacada que garpa y es la de los barriles!!
(irónico) no escribo de una película hasta que no termino de verla...
Que género más fructífero para la historia del cine francés ha sido este de “la putain”… Desde la Nouvelle Vague, pasando por Buñuel, creo que todas las actrices galas (y sobre todo las jóvenes y bonitas) han hecho de chicas que cobran por sus servicios sexuales, algunas varias veces. Ozon centra su relato en un año fundamental de una adolescente. Con crudeza y audacia entramos en la historia sexual de Isabelle o Lea durante cuatro estaciones en las que seremos testigos de sus nuevas prácticas. Ella es burguesa (claro) y si bien el dinero no le falta, reclama esa compensación por sus encuentros “de día” en elegantes hoteles con variados señores. No hay psicologismos baratos, solo acciones y relaciones que con una sutileza quirúrgica del guión nos mantiene fascinados ante sus inocentes perversiones. Su encantadora madre, su hermanito menor, su padrastro y cada personaje también esconden secretos. Hay más vueltas dramáticas y relaciones (que no voy a revelar) pero el eje principal, al que Ozon siempre vuelve, es la familia. La sensibilidad de su mirada nos presentan a veces con un único plano o línea de diálogo nuevas provocaciones que NO van a concluir en moraleja. Como conclusión de cada segmento elige (como en 5x2) una preciosa canción que no sólo completa la estructura anual de la película sino que aporta nuevos sentidos audiovisuales (brillante momento en la disco).
No me pareció gran cosa. El tema es de una densidad importante y hay que agregar al asunto una afectación femichista en la puesta en escena, los diálogos y las sugerentes elipsis espaciales. Mientras trataba de interesarme por el planteo tan serio y profundo me sorprendió un plano (un poco grosero por lo obvio) que intenta conmocionar directamente al espectador. No. Hasta ahí llegué. Y la peli seguía un rato más... En un par de meses no me va a parecer tan pretenciosa, pero no se si voy a recordarla.
Tan sublime como lo que se ha dicho y más...
Es la 1ª de las carpetas anticipadoras que VEO!! Y se estrena en Buenos Aires el 02/01 o sea que PRONTO... Crece en las tres intensas horas que dura y no se sienten y seguro va a crecer con el paso de los días. Es sólo una ENORME película con primeros planos y detalle de rostros de una potencia actoral sencilla e inesperada. Cuando la historia se pone sexual impresiona las reacciones del público ya que no modifica ni la temporalidad de las escenas ni su contenido emocional. Hay que prestar atención a la relación entre la concatenación de secuencias y sobre todo a las emocionantes y trascendentes elipsis.
Una película francesa sobre el conflicto Israel / Palestina de una directora desconocida podía caer en un insoportable y bienintencionado panfleto antibélico como muchas producciones de las que (prejuiciosamente) trato de mantenerme lejos.
Pero esta va más allá. De la corrección política (la que sostiene con precisa distancia) y sobre todo del mensaje pacifista al que se arriba preocupándose porreplantear el conflicto a partir de un juego argumental sobre LA IDENTIDAD. Así un absurdo planteo del destino (¿? del guión) enseguida se instala en los personajes con un peso trágico que obliga a dos familias a replantearse sus tradiciones, religiones, posiciones políticas, raza, cultura en gral y largo etc. Un sutil manejo de las tensiones nos ubica como testigos compasivos de decisiones que cada personaje debe enfrentar y muchas veces cierta ironía se apodera de nuestra mirada. No imagino que pasará con la identificación que puede provocar en algunos colectivos comprometidos con las ideologías que aquí se contraponen. La elegante puesta en escena, desde los planos y el cuidado (excesivo) de los diálogos, hasta mis temores de que todo se desbarranque, me emocionaron gracias al trabajo de un ensamble actoral en estado de gracia. Estamos ante un relato coral, sin estereotipos, con una banda sonora de la que tampoco se abusa, humana en sentido más radical del término, donde todos nos podemos sentir identificados, incluso por las tragedias históricas que nos constituyen como sociedad y familias… Las buenas intenciones, a veces, cuando no se las subraya de manera grosera, dan pequeñas y sensibles películas como ésta.
A esta altura me declaro fanático del dúo de directores. Quinto largo de Benoit Delepine y Gustave Kervern. Las dos primeras (Aaltra y Avida) me interesaron pero me parecieron demasiado surreales (tendría que volver a verlas). Pero desde Louise Michel (en fantástica función en Mardel 2009) y luego con Mammoth (gigante Depardieu en Mardel 2010) me volví adicto a su violenta transgresión. A veces más anárquicos (aquella), a veces más Punks (ésta), siempre sociales y corrosivos con su negrísimo humor, ésta me la había perdido el año pasado (en Mardel, too). La ironía se apodera de la puesta en escena en todos los rubros y las actuaciones bordean peligrosamente el absurdo pero A MI me ENCANTAN... Subrayo tanto la apreciación PERSONAL porque entiendo que estas propuestas no son del agrado de todo el mundo. Pero si te gustan los Coen, Aki Kaurismaki, Wes Anderson pero te parece que ganarían mucho si se entregaran a la sátira más descarada ANIMATE con estos BELGAS.
82/100. Hiperlúcida y prácticamente inédita reflexión sobre la militancia política en Latinoamérica y las diferencias generacionales. Ver en tándem con Los Condenados de Isaki Lacuesta.
La idea del morocho testigo de 34 años de historia norteamericana como mayordomo de la Casa Blanca no es, de por si, mala. Pero cayendo en manos del despreciable Daniels cualquier material se vuelve infumable. Es cierto que el desfile de figuritas del Billiken yankee la hace más entretenida (leáse oscarizable) que sus dos pretenciosamente putrefactas pelis anteriores (Preciosa y the Paperboy). Esgrimiendo que se basa en la vida de alguien "verdadero" el guión cae en todos los lugares comunes bienpensantes de la negritud (yo no soy racista, el negro tono edulcorado del relato lo es) para contar las relaciones familiares de este impávido personaje. La permanente focalización en Oprah (y después en su personaje) hace que se pierda el rumbo con facilidad agregando planos y escenas fuera de todo verosímil. Líderes fundamentales con ML King o Malcolm X son menciones olvidables dentro del extenso parade y los Panteras Negras unos taraditos adolescentes a los que hay que poner en regla. No quiero contar las ridiculeces falsamente emotivas con que se arriba a un final no por previsible menos indignante.
