El Mayordomo (2013) de Lee Daniels

La idea del morocho testigo de 34 años de historia norteamericana como mayordomo de la Casa Blanca no es, de por si, mala. Pero cayendo en manos del despreciable Daniels cualquier material se vuelve infumable. Es cierto que el desfile de figuritas del Billiken yankee la hace más entretenida (leáse oscarizable) que sus dos pretenciosamente putrefactas pelis anteriores (Preciosa y the Paperboy). Esgrimiendo que se basa en la vida de alguien "verdadero" el guión cae en todos los lugares comunes bienpensantes de la negritud (yo no soy racista, el negro tono edulcorado del relato lo es) para contar las relaciones familiares de este impávido personaje. La permanente focalización en Oprah (y después en su personaje) hace que se pierda el rumbo con facilidad agregando planos y escenas fuera de todo verosímil. Líderes fundamentales con ML King o Malcolm X son menciones olvidables dentro del extenso parade y los Panteras Negras unos taraditos adolescentes a los que hay que poner en regla. No quiero contar las ridiculeces falsamente emotivas con que se arriba a un final no por previsible menos indignante.